Con el IVA y las contribuciones de las empresas, el estado no tiene suficiente para mantener todo el gasto publico y el déficit presupuestario que genera este. Para ayudarse necesita de otros impuesto, de reciente creación. La imposición Medioambiental.
En la década de los 90 se inicio una reforma en los países nórdicos y Alemania en la que introdujeron nuevos impuestos con objetivos medioambientales, y ya de paso pues financiamos al estado. Estos impuesto se crearon en la energía, actividades contaminantes y se ajustaron los impuestos a los Hidrocarburos. Esta fiscalidad se extendió al resto de países de la UE, aunque España fue un país que tardo en adoptarlos. Pero al contrario que en las tributaciones de las empresas, en este tipo de impuestos España es inferior al resto de la Unión Europea. España tiene 1,6% y la media Europea 2,6%. Esto es debido en parte a que los tributos sobre la energía en España son menores. Seguramente si todo el predicamento de Al Gore fuese exagerado, o mentira como algunas otras fuentes dicen, esos impuestos aun así se quedaría. Pues cuando un impuesto llega al gobierno es para quedarse. El estado ya se ha acostumbrado a gastar de acuerdo con ese ingreso y teniendo hambre de mas, no lo quitaría.
El respeto al medio ambiente es algo fundamental, pues sin el, sobramos en este mundo. Pero cargar con mas impuestos a productos que la gente utiliza en su día a día, que las empresas necesitan para su crecimiento, pienso que deteriora el tejido industrial del país y empobrece a la población. ¿Porque no en vez de mas impuestos, mas soluciones? Como el cambio progresivo a fuentes de energía limpia y mas eficientes como el hidrógeno, por ejemplo. Así una vez terminado el proceso de cambio al Hidrógeno, no tendrían escusa para mantener los impuestos sobre las actividades contaminantes, tendrian que busca otra finaciación. También la sustitución progresiva de las centrales de combustibles fósiles, por centrales de energía limpia, como la eólica. Esto no solo reduciría la contaminación y la rentabilidad de nuestras empresas, sino que también no nos haría dependientes de países con una inestabilidad política alta. Por otro lado también crecerían las empresas que fabriquen las centrales de energía y se generaría mas empleo.
En conclusión, diré que el estado esta orientado en una dirección diferente a la que apuntaría el bien común.
lunes, 2 de marzo de 2015
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